- Tengo un cabreo José...Estoy harta, a Vero le han dado otra ayuda de 300 Eur. por no se que movida que se ha buscado. Entre unas cosas y otras la tía no da un palo al agua, se pasa todo el día en el gimnasio, de compras, en la peluquería, le va sacando el dinero a todo el mundo. Y sabes lo peor... que encima se va a casar con el "gili" de Alberto que está forrado y no le quiere ni nada, le va a sacar la pasta y le va a poner uno cuernos de órdago. Esta tía nació con estrella y yo sólo hago que esforzarme, estudiar y currar para no obtener nada de lo que deseo. Jolines, la voy a terminar odiando.
- Muy bien ¿Y que es lo que me quieres decir?
- Yo que sé... pues que yo no tengo tanta suerte.
- ¿Te cambiarías por ella?
- Pues claro que sí, desde luego...No la verdad es que no. No puedo dejar lo que estoy haciendo.
Cuando nuestros objetivos están claros, definidos y además se alinean con nuestros valores personales todo lo que hacemos o decimos, las personas con las que nos rodeamos, etc., en definitiva todo se encamina en esa dirección. Lo tenemos tan interiorizado que creamos un halo a nuestro alrededor que nos hace atraer ese éxito (nuestro éxito) apenas sin esfuerzo, todos nuestros actos están enmarcados en la consecución de esa meta.
Ahora bien ¿Por qué nos sentimos frustrados cuando a unas personas les cuesta tan poco, tienen tanta suerte o se les ponen todas las oportunidades a su alcance y a nosotros no? Si estamos tan centrados en el trabajo, no nos quedará tiempo por ejemplo en buscar subvenciones, buscar nuevas áreas de negocio, innovación. Como en la conversación anterior: Si lo que pretende Vero es encontrar a un marido con dinero y que este se case con una chica mona y con un buen cuerpo haremos unas cosas y no otras, frecuentaremos unos lugares y no otros y tendremos una serie de amistades y contactos determinados que nos facilitaran lo que pretendemos.
Es condición humana llenar todo el espacio de nuestro tiempo y de nuestra vida. Si tenemos todo el tiempo cubierto por unas actividades/pensamientos no podremos realizar ninguna actividad/pensamiento más hasta que primero dejemos de hacer algo y creemos un espacio libre.
Para descubrir el sentido de tu vida, tu objetivo personal, primero debes vaciar tu mente de un montón de sentidos falsos que se te han colado en la cabeza (y se puede incluir el de que mi vida no tiene ningún sentido, que el trabajo sólo le quiero porque me proporciona dinero...).
Voy a proponer un método muy simple. Cuanto menos cerrado estés al proceso y más tiempo le concedas, antes funcionará.
Los pasos son los siguientes:
1- En una hoja de papel escribirás " Cual es mi objetivo personal o mi propósito en la vida"
2- Escribes una respuesta, da igual, la primera que te venga a la cabeza, como con casi todo en la vida lo importante es empezar.
3- Sigue escribiendo una respuesta detrás de otra hasta que encuentres alguna que "te ponga", esa la subrayas. Y en algún momento aparecerá una que te haga llorar, ¡Quieto, ahí esta!
4- Haz hueco, cuanto más mejor, para llenarte de oportunidades, contactos y suerte.
"Un maestro en artes marciales le pidió a Bruce Lee que le enseñara todo lo que sabía sobre artes marciales. Bruce levantó dos copas llenas de agua y le dijo: Una de estas copas es lo que tú sabes sobre artes marciales y la otra lo que yo sé. Si deseas llenar tu copa con mi conocimiento, primero deberás vaciar tu copa de lo que ya sabes".