sábado, 10 de marzo de 2012

Mario Benedetti (La gente que me gusta), adaptación por Gemma Lozano.

 - Joder José no soy capaz de encontrar a gente comprometida con mi empresa, cada uno va a su bola.  No se como hacerlo.
- Antonio, pero...¿ qué es lo que buscas en la gente?,  de todos me dices lo mismo.
- Pues no se lo que quiero... que sean como hay que ser.
- Bien ya hemos avanzado mucho, "como hay que ser". ¿Y eso cómo es? 
- Pues como yo 
 - Como tu....

Pienso que Antonio no sólo tiene "muy mala suerte" con sus empleados, sino que desconoce como quiere que actúen, como quiere que sean,  ni como es el mismo. Lo peor, hasta que no empiece con su análisis no podrá saber lo que quiere ni lo que espera de lo demás,  por lo tanto insatisfacción continua para él y para su entorno.
Una persona que trabaja conmigo Gemma ( las mujeres son capaces de meter con calzador sus maneras de gestión y su sello de identidad en cualquier sitio ) me dio una adaptación de un texto de Mario Benedetti, que he de reconocer que guardé un una carpeta, pues no era tiempo de "mariconadas",  pero al releerlo me acorde de mi amigo Antonio, se lo pasaré, seguro que le hace pesar.

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace en menos tiempo de lo esperado.

Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constuctivamente y de frente; a estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que trabaja con resultados. Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.


8 comentarios:

  1. Loren Alvarez Martinez
    JODER JOSE NO SOY CAPAZ DE ENCONTRAR A GENTE COMPROMETIDA CON MI EMPRESA

    Vladimir Jorowitz en una actuación particular de unos señores ricos, amenizó una fiesta En un momento del descanso, la anfitriona se acercó al señor Vladimir y le dijo estas palabras…. “daría mi vida por tocar el piano como usted “a lo que el señor Vladimir contesto, eso es lo que yo he hecho, empecé a toca a los 3 años, durante mi infancia mis amigos jugaban en la calle yo ensayaba durante 10 horas diaria en la adolescencia mientras mis amigos iban de fiesta, yo seguía ensayando , he estado varias veces enfermo y no he dejado ni un solo momento de ensayar y hoy en día , jubilado sigo ensayando durante 4 horas diarias …señora, yo he dado mi vida por tocar el piano.
    El señor Antonio no creo que busque un Vladimir para su empresa, pero si busca a personas comprometido con el, pues el es la empresa. Busca a personas que diferencie entre sacrificio y esfuerzo, quizás el Señor Antonio no sepa explicar que es lo que quiere, pero si sabe muy bien lo que no quiere,
    Y yo le animo a seguir buscando
    Muy bueno Jose....te lo envio por mensaje por que se,que vas por otro lado...Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que la adaptación se puede poner tanto en boca de un gerente como de un empleado.
      Muchas gracias, como siempre.

      Eliminar
  2. Hola!

    Me gusta la adaptación. El problema del compromiso, como en el liderazgo, es definirlo, y creo que la adaptación lo hace bastante bien.

    Gary Hamel en "El futuro del management", hace referencia al nº de trabajadores comprometidos con sus empresas.....2 de cada 10. Lo que me hizo reflexionar de ese dato, es 2 de cada 10 de un comité de dirección, 2 de cada 10 de los responsables de área.... miré hacia dentro de mi empresa y estuve analizando...¿cómo detectarlos?

    Creo que alegría, curiosidad, sinceridad, y esfuerzo con un poco de ambición de la buena, son los ingredientes comunes de la mayoría de ellos. Por cierto, me alegre de ver que había más de un 20% ;-)

    Un abrazo

    David

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno el libro de Gary Hamel. Me causó el mismo impacto que el Big Bang de las Organizaciones de Hervé Serieyx.
      Un saludo

      Eliminar
  3. Genial, sencillamente real, como la vida misma. Creo que este es uno de los problemas de las empresas actualmente. El compromiso, el formar parte de un proyecto común.
    Unos dirán que no se les sabe motivar, que no se sienten valorados, los otros que eso ya viene en los genes de la persona y que el trabajador tiene que aportar su entusiasmo.
    En definitiva, en la barca unos reman hacia un lado, otros hacia el otro, y la barca dando vueltas...

    Brillante artículo, me encantó.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, muy buena la metáfora de la barca dando vueltas. Además muchas veces dandose con los remos unos a otros en la cabeza.

      Eliminar
  4. Muchas gracias David por tu comentario.
    Como dice Gary Hamel: "Si en un equipo de fútbol "casi 10" sólo 2 estuvieran comprometidos, sería una ruina de equipo".
    Comparto tu interés en saber cuál sería la forma de detectarlos. Pero creo que el verdadero problema no es en la detección sino el bloqueo que supone el qué hacer una vez detectados con los no comprometidos.
    Como diría el Predicador: " En verdad os digo: que el problema no radica en la detección de los no comprometidos sino en el valor de afrontar nuestra responsabilidad de acompañarlos en el cambio o de sustituirlos". "No es de justicia un trato igualitario".

    Gracias y un saludo

    ResponderEliminar
  5. No es de Benedetti, es un texto del libro "La culpa es de la vaca", página 56. http://ei.infocentro.gob.ve/sitios/390/descargas/La_Culpa_Es_De_La_Vaca.pdf

    ResponderEliminar