sábado, 14 de mayo de 2011

Mi galleta está rota.



   Hoy me ha surgido una duda y no se si es que desde hace unos años he cambiado el guión de mi película, por lo que permito la entrada a otros personajes en ella, o porque sucede con demasiada frecuencia en los momentos por los que estamos pasando como sociedad.

   He conocido a personas que están atravesando momentos duros y en algún momento les he explicado las fases del proceso de duelo. Al hacerlo mi pretensión es que entiendan que dicho proceso es una consecuencia del cambio, también que si ponemos nombre a las sensaciones que están teniendo, quizá se tranquilicen y lo vean un poco desde la distancia, de una forma disociada, duele menos y te hace ser más consciente, lo que puede facilitar dicho cambio.

   Tomas Harris en su libro I'm OK - You're OK, tiene un ejemplo familiar que me encanta para explicar la situación: “Se dejo una caja de galletas para los chavales a la que todos se precipitaron a meter la mano, el más pequeño, como es natural, fue el último en hacerlo. Cuando lo hizo encontró una sola galleta, a la que le faltaba un trozo, ante lo cual la arrojó al suelo llorando, desesperado: “ Mi galleta está rota”. Es propio del Niño mezclar la decepción con el desastre, destruir toda la galleta porque le falta un trozo, no es grande, no es tan perfecta....”

   En esta época de crisis hay parejas que se separan porque se les ha roto "un poco la galleta".  Muchas personas se casaron con ejecutivos, personas que tenían un sueldo importante, buena apariencia física, coches caros, motos, viviendas lujosas, reconocimiento social, círculos de amistades selectos...cada cual puede poner el caso que conoce, por lo que no creo que vulnere confidencialidad alguna.  Y... ahora que se ha perdido la fuente de ingresos que mantenía la galleta espléndida, se encuentran que esta no es tan perfecta, a al mínima la tiran al suelo, destruyéndola. Algunas veces la galleta queda tan rota que no sirve para nadie y se olvida. La mayoría de las veces alguien la recoge la pone nombre propio, y se fija en lo deliciosa que es, su sabor, su verdadero ser, no les importa si la falta un trozo o no es perfectamente redonda, les apetece esa galleta, ese sabor y les da igual si esta en pedazos, como parte de una tarta, -o como me gustan a mi- en barquito sobre la leche.

“Prometemos según nuestras esperanzas y cumplimos según nuestros temores”. Francois, Duque de La Rochefoucauld.

7 comentarios:

  1. ¿estamos preparado para los acontecimientos que nos depara la vida?.
    Hola Jose Luis, no creo que nadie este preparado, ni nadie aprende de antemano, tan solo aceptamos o no aceptamos, no existe termino medio, ni tan solo lo hemos intentado.
    ¿Quizas vivimos en un mundo egoista?..es posible..y la culpa es de todos, por uno mismo, por no enfocar las posibilidades que puede ocurrir a lo largo de su vida, y los que nos rodean, por comodidad, ingnorando lo que puede ocurrir si fallamos.
    Una vez lei en un comentario de maestros,,,una pregunta que en principio me hizo gracia la respuestas, y a continuacion pena.
    La pregunta es ¿de donde sale la leche?-
    Respuesta- de la nevera-.
    Creo que va siendo hora de empezar a decir que la leche sale de la vaca, y que hay que ordeñarla, y limpiarla, y conservarla,etecetec.
    Un fuerte saludo.

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  2. Gracias por tu comentario, me ha gustado lo de la leche.

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  3. jajaja, la mala leche sale de olvidar de mantener la leche en condiciones.
    Lo penoso de la mala leche, es que la tienes que probar antes de saber que esta en mal estado, jamas se te ocurrirá de pensar, que puede estar en mala condiciones.
    Y lo peor que cuando se te agria la leche, es cuando te das cuenta que no has suministrado lo suficiente, y te quedas sin beber.
    Y a todos nos ha pasado.
    Un placer siempre leerte

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  4. chicos estais que os saleis con vuestros comentarios. Muy reales en serio. un placer leerlos porque siempre queda algo. Yo tambien leí lo de la leche, me inpresiono y en mis sesiones con clientes sale mucho como ejemplo, como llegamos a dar hechos como obviedades y lo que hacemos es olvidar la esencia de las cosas.
    Un abrazo

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  5. Chapeau, tio, guante recogido.

    Un saludo desde Sevilla.

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