sábado, 26 de marzo de 2011

El jardín de mi padre





    Mi padre ha tenido empresa hasta que se quiso jubilar antes de tiempo, ahora se dedica a la jardinería, los pájaros... en el campo, en un terreno, cerca de Tudela de Duero. No se dedica a nada que tenga que ver con las personas, terminó harto de nosotros (las personas), pues no pudo ver el potencial que había en ellas, espero que no me pase a mi.

   Este verano me levanté temprano y después de venir de echar una “carrerita", él estaba en el huerto y todo el mundo estaba dormido, me acerqué para ver lo que estaba haciendo. Estaba quitando hierbas y pequeñas plantas que habían nacido alrededor de un bonito jacinto. La planta estaba sola en un gran espacio que sólo a ella correspondía. Habían caído semillas de otras plantas y a su alrededor aparecían nuevos brotes. Le pregunté la razón para quitarlas, pues algunas eran realmente hermosas, su respuesta fue que las otras plantas dificultaban el crecimiento y el desarrollo en las mejores condiciones, pues la quitaban alimento y sobre todo la afeaban. El jacinto estaba realmente precioso.
Cerca de esta planta hay un muro con un montón de plantas donde se colocan un sinfín de herbáceas. Le pregunté que si en esa parte no quitaba las malas hierbas (en botánica no existen las malas hierbas), ya que algunas eran las mismas que en el otro lado pues habían caído semillas allí mismo. Su respuesta fue que ese espacio era un sitio en el que él había echado semillas de muchas variedades, incluso algunas raras o que no sabía exactamente que eran, y las había dejado crecer de una forma más anárquica y desordenada (bueno realmente dijo “como se las pusieran en los cojones”, pero esto no lo puedo poner).

   El otro día en una reunión del comité de un foro al que pertenezco  se habló de la importancia de los mandos medios y de la necesidad de crear una escuela para ese tipo de función, posiblemente una de las fuerzas más importantes en una empresa, sobre todo si se la deja crecer.
Si el jefe de una empresa corta la hierba a su alrededor para ser la más bonita y ser ella la de mayor producción, consigue eso; ser la más bonita, tener que ser la de mayor producción y no tener a nadie alrededor (y los que estén solo lo estarán para seguir embelleciendo la planta principal). Esta opción es válida tanto en el jardín como en la empresa, claro está, y la estrategia seguida por el director del equipo incuestionable, él decide.
Yo, personalmente, animo a que se deje crecer la hierba alrededor “como se la ponga en los cojones”.

sábado, 19 de marzo de 2011

El Circo de la Mariposa




Este video está dedicado a mis compañeros de Facebook "Expertos en coaching". 
Ahora tenéis un arma poderosa ( que hay que cultivar y desarrollar ) para ayudar y potenciar a otros  y sobretodo a vosotros . Mi consejo es que no os dejéis engatusar demasiado por muchos cursos, charlas, cantos de sirenas, gurús, etc. Que no os saquen demasiado dinero . Con poco esfuerzo, estudio personal, búsqueda y desarrollo de contactos, ( hay más información y formación gratuita en las personas, libros, internet, compartir experiencias de las que podríais leer o cultivar en muchas vidas, nadie os va a hacer mejores en dos días), podréis alcanzar resultados muy óptimos. Disfrutad del camino, no penséis demasiado en la meta.

Mi mujer me ayuda mucho con mi vestuario ( yo no le doy demasiada importancia, soy feo de todas-todas ). Una vez me puse ( pretendí ponerme ) un pantalón de rallas con una camisa de cuadros, imaginaos. 
El coaching y el dinero es lo mismo, no pegan.

Mi más sincera enhorabuena a todos. 




sábado, 12 de marzo de 2011

Fobos y Deimos


   Estos últimos días han sido especialmente duros para mí. He realizado las mismas rutinas que todas las semanas, he tenido que solucionar los mismos problemas, he tenido la misma presión , yo y mis circunstancias han sido igual que el resto. La diferencia estriba en  mis bloqueos y creencias limitantes, han cambiado.
    No se si habré comido demasiada lechuga y verduras, no habré dormido bien, estaré cansado, cambia la climatología... yo que sé. También es verdad que esta semana, es el aniversario del 11 M., desastres naturales, el hijoputa del Gadafi, la rebaja de la calificación de la deuda española, ver el telediario estos días ha acojonado un poco.  Incluso algunos blogs que sigo, como el de Gregory Cajina o un post de Roberto Cabezas hablan del miedo. Algo extraño se ha conjurado alrededor de mi para que el terror me aceche.

   Esta semana he ido a la batalla con las mismas armas, la misma voluntad y la misma determinación. Pero enfrente, en los escudos de mis enemigos, estaban pintados Deimos y Fobos ( los Hijos de Ares y Afrodita, Terror y Temor) y algo extraño ha sucedido en esa voluntad y determinación. Las cosas que hago habitualmente y que entrañan riesgos, toma de decisiones, inseguridades etc.  me han bloqueado. La inseguridad de que salga algo mal, el temor a una decisión errónea, el riesgo de la equivocación...no sé exactamente el que. Los seres humanos tenemos tendencia a tener metas etéreas; la felicidad, la realización personal, la autoestima, el éxito... que sólo están en nuestras creencias, pero de la misma forma etérea nos vigilan las interrogaciones del; ¿Qué pasará?, ¿Saldrá bien?,¿Y si me equivoco?,¿Y si me pillan?, ¿Y si no salgo de esta?...

  
  Finalmente,  he logrado levantarme de nuevo, he comido unos buenos filetes sanguinolientos, he descansado, y la meteorología "me la pela". 

   Finalmente Ares, sus vástagos y sus eternas ansias insatisfechas de que reine la destrucción y salga todo mal han perdido una vez más ,como siempre, y han acabado maltrechos y humillados.

  No hay que desfallecer y dejarse dominar por Deimos y Fobos, somos nosotros los únicos que determinamos el éxito de la batalla, en nuestra cabeza.

sábado, 5 de marzo de 2011

Blackjack. Pasarse o no llegar, cuestión de suerte.

Blackjack game example.JPG

   No creo en el azar como clave de éxito, pero bien es verdad que cuando se acaban nuestras competencias en los asuntos que tratamos habitualmente, hay un punto de equilibrio entre la excelencia y el fracaso y este es modificado  sólo por un pequeño "destello de suerte".

   El blackjack ( el "21" de siempre )  es un juego que como en la vida, los negocios o  el amor,  llega el momento donde ganar o perder pende de un hilo y deja de ser algo que compete exclusivamente de nuestra capacidad . Entran en juego; el momento, la decisión de nuestros competidores, nuestra predisposición para asumir riesgos o  para recurrir a la  templanza, nuestro estado de ánimo, el día que tengamos, si estamos en racha, en definitiva nuestra suerte. Es el momento de pedir una carta más o de plantarnos. Es el momento de ser excelente o de fracasar. ¿Me paso o no llego a la altura del competidor? ¿Cuántas actuaciones en nuestras vidas han fracasado por que nos pasamos un poquito más de la cuenta en lo que dijimos o en los riesgos que asumimos?, al igual que ¿cuántas oportunidades nos “han levantado” por llegar un poco tarde o por faltarnos una pizca de valentía en ese preciso instante?.

   Saber las reglas y dominar la técnica del blackjack sólo otorga un 5% de ventaja sobre la banca,... es suerte.

   Ahora bien no depende tanto de la suerte el estar en la mesa acertada, saber contra quien juegas, y tener dinero para jugar nuevas partidas en busca del tan ansiado éxito, sin tener miedo a perderlo. Fuera del juego, en la vida real el tener dinero es como la capacidad de superar la frustración o el fracaso y buscar nuevas oportunidades, el “volver a empezar”. 

Aquí acabo mi reflexión, no quiero ni pasarme ni quedarme corto. Buen fin de semana.