sábado, 11 de junio de 2011

El Churrero de mi barrio.

   
   Cuando empezaba en el mundo de los negocios,  mi padre y el churrero de mi barrio me dieron una lección sobre negociación y resolución de conflictos que ahora os quiero trasladar:

   El vecino que vivía encima del local de la churrería le había denunciado en repetidas ocasiones por las molestias y el ruido que producía la actividad. Cada vez que surgía este tipo de queja, el local debía reformarse entero para su insonorización, con el consiguiente coste económico. Esto sucedió en tres ocasiones.
   Ante la desesperación del propietario del local, llorando, nos lo comunicó de nuevo. En un alarde de genialidad y para sorpresa mía,  mi padre le preguntó a qué se dedicaba el vecino en cuestión. - " Hace poco a montado una gestoría y lleva la parte contable y fiscal de algunas empresas"(creo recordar que intercalada en esta frase había alguna mención a la madre del gestor).  Mi padre insistió y continuó en lo suyo, le consultó de nuevo sobre cual sería la reacción de esa persona si le encomendaba la gestión de sus churrerías ( tres locales ) y además le hacía llegar clientes gracias a su recomendación.

    El churrero de mi barrio engullo, regurgitó, masticó de nuevo y el solito....

   Un año después la gestoría funcionaba de maravilla y en la churrería no se recibieron más denuncias y lo que es más sorprendente el ruido desapareció...en serio, de verdad.

   Nuestros personajes anteriores habían discutido, uno deseaba que el otro se fuera a la ruina y el otro ni os cuento lo que deseaba hacer con el cadaver del uno. Su conducta final era "yo oigo ruido constantemente y no me deja vivir" ( y estaba todo el día escuchando ). Y el otro hacía más ruido sólo para molestar ( "para que se queje con razón").

   En el proceso natural de un conflicto pasamos de las palabras a las emociones y finalmente a las conductas. Cada paso superior añade una barrera más insalvable para la resolución de dicho conflicto y nos lleva de una forma irracional a estar pensando en qué puedo hacer en contra de la otra parte para que se de cuenta de que tengo razón y cese en su actitud.

   Una opción de resolución en un conflicto que ha pasado por los tres pasos anteriores ( palabras- emoción-conductas) podría ser la de regresar al punto de origen recogiendo miguitas hacia atrás por el mismo camino y de la misma forma por el que llegamos pero de forma inversa:
1º Cambiamos nuestras conductas: Ofreciendo sin esperar nada a cambio.
Y esperamos pacientemente.
2º Se cambian las emociones: "Es posible que este tipo no sea tan cabrón, fíjate lo que está haciendo sin esperar nada a cambio con lo que yo le estoy haciendo".
Y esperamos pacientemente, confiando en que nadie quiere el mal para otro.
3º Hablamos y confrontamos nuestros puntos de vista y llegamos a un acuerdo de una forma empática.

YO GANO- SI TU GANAS.

4 comentarios:

  1. ayer mismo me acorde bastante de este relato, estaba yo en el salon de casa, cuando mi hija, con su portatil y la bandeja de cena, se sienta justo delante mia,yo, estaba viendo un programa de television, y sin dudarlo mi hija me quito el mando televisivo y se puso a cambiar de canales...a esto que me acorde de este relato, y me dije, la primera opcion"PALABRA" efectivamente..con dulzura le indique, "yo estaba viendo ese programa".. lo que me comento ella "es solo un momento"...no pude ver otra cosa que su cena en la mesa, y el portatil..¿para que queria ver tambien la tele" es evidente que los que tenemos hijos, lo primero que hacemos es"quitarle el mando", y despues negociar...aqui entramos en un conflictos de intereses, hasta que se levanta con malos modos y me dice"tu siempre dices que estemos juntos, de esta manera no creo que lo consigas".
    Por un lado estaba contento por que al menos mis conversaciones no entran en saco roto, y por otro lado defraudado por que su conducta era la de no negociar..
    Como tenia un conflicto interno, me hice el fuerte, y para no demostrar mis puntos debiles, hice como cualquier padre y es levantarme hasta su dormitorio..y decirle,,"anda ven y mira lo que quieras", se que es un error, pero que le voy a hacer, a lo que me contesta,"dejalo papa, estoy chateando con una amiga".
    en el personaje del churrero, salio bien, pero creo que en otras ocasiones se debe de tener cuidado en creer que se puede sumar las emociones con la empatia, pues tan solo lo que anda buscando son los puntos debiles para no afrontar un entendimiento

    un saludo.

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  2. Como siempre muchas gracias. Te contesto en privado.

    Éxito

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  3. Publicado por petición y consentimiento.

    José Luis Mozo Ambite 14 de junio a las 23:28

    El punto 1º es cambiar las conductas. Ofrecer sin esperar nada a cambio es un cambio de paradigma en el que no entra ni la debilidad ni la concesión. Y una respuesta empática no tiene por que ser la de dar lo que se nos pide, sino ofrecer lo que se demanda sin haber sido expresado.

    Perdona que te haga coaching, se que no me lo has pedido. Acéptalo o no me contestes, es tu opción:
    Ya hemos escuchado tu y yo lo que sucedió el día de "la tele". Puedes relatarlo desde el punto de vista de tu hija y desde el punto de vista de un observador externo ( como yo por ejemplo). Practica la empatía.

    Muchas gracias por tus comentarios en el blog, me hacen sentir que sirve de algo.

    Éxito

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  4. Loren Alvarez Martinez 15 de junio a las 9:12

    claro que lo acepto, y me gustaria que estuviera esta contestacion en tu blog, de esta manera, tendriamos varios puntos de vistas...si alguien lo leyera y se atreveria a contestar...gracias , siempre gracias Jose Luis...

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