sábado, 24 de noviembre de 2012

Pepe ¡Vamos! Parálisis por Análisis



   Pepe , nuestro ratón, entró de noche en la pastelería de Gregorio el pastelero de la calle Estación. Olía todas las cosas buenas que había allí dentro: la mantequilla, el queso, el tocino, el chocolate, el pan…Así que se levantó sobre las patas traseras estirando el hocico y soltando un silbido de alegría. Pero, ¿con qué debería empezar primero? Le iba a hincar el diente a un paquete de mantequilla cuando desde algún lado le llegó el aroma riquísimo de la crema y desde otro lado el olor irresistible del queso. A punto de empezar a devorar el queso le invadieron las fragancias de unos bizcochos, y luego las de las de unas esponjosas magdalenas, ¿no sería mejor empezar por los suizos? se preguntó. Iba a echarle el diente a los donuts cuando desde algún lado le llegó el aroma de las nueces, y desde otro lado volvió a oler tan rico a mantequilla. El pobre ratón corría de un lado a otro, sabía y no sabía lo que tenía que comer primero. Pasó el tiempo y Pepe continuaba pensando cual sería la mejor opción para comenzar a comer, cuando de repente se hizo de día, se abrió la verja y Gregorio entró en la tienda. Al ver a Pepe se enfadó muchísimo y le echó a escobazos del establecimiento.
Pepe totalmente indignado con el comportamiento del tendero decidió fomentar la mala reputación de la pastelería (incluso utilizó su FB y su Twitter) contado a todos los demás ratones: “Nunca jamás volveré a esa tienda. ¡Cuando quieres empezar a comer te echan fuera!.



   Siempre cabrá la posibilidad de pedir más, de informarte más. Y con ello seguramente irás eliminando el grado de riesgo, de incertidumbre. Pero cuidado porque este es un proceso sin fin. Y llegado a un punto de nada te servirá tomar esa decisión al no haberlo hecho en el momento justo. Mi abuelo decía "que no puedes esperar demasiado para ver amanecer". Debemos tener claro que no basta con tomar las decisiones correctas, hay que tomarlas del modo más rápido posible y empezar. Sobre todo en estos tiempos tan estupendos en los que nos ha tocado lidiar.

  Es un problema de nuestro funcionamiento como seres humanos. A las personas nos cuesta decidir, nos cuesta enfrentarnos a los problemas, nos cuesta asumir riesgos, nos cuesta cambiar. Nuestra mente que es ágil y cobardica tiende a consumir la menor energía posible (glucosa) y busca escapatorias. La cuestión es quedarnos en la zona de confort y que nadie nos moleste, que todo siga igual. Y ahí nos encontramos con la parálisis por análisis, ahí está Pepe decidiendo cual es la mejor opción. Después me sugestiono a mi mismo de que hago lo correcto, de que el análisis es fundamental para tomar la decisión adecuada, que para junio empiezo, que "casi" ya lo tengo claro...y me hago trampas al solitario demandando más y más información para evitar tomar una decisión. Esta parálisis surge de nuestro propio inconsciente y muchas veces es inevitable pero lo mejor es ser conscientes de ello y una vez detectada pelear contra ella.