sábado, 12 de marzo de 2011

Fobos y Deimos


   Estos últimos días han sido especialmente duros para mí. He realizado las mismas rutinas que todas las semanas, he tenido que solucionar los mismos problemas, he tenido la misma presión , yo y mis circunstancias han sido igual que el resto. La diferencia estriba en  mis bloqueos y creencias limitantes, han cambiado.
    No se si habré comido demasiada lechuga y verduras, no habré dormido bien, estaré cansado, cambia la climatología... yo que sé. También es verdad que esta semana, es el aniversario del 11 M., desastres naturales, el hijoputa del Gadafi, la rebaja de la calificación de la deuda española, ver el telediario estos días ha acojonado un poco.  Incluso algunos blogs que sigo, como el de Gregory Cajina o un post de Roberto Cabezas hablan del miedo. Algo extraño se ha conjurado alrededor de mi para que el terror me aceche.

   Esta semana he ido a la batalla con las mismas armas, la misma voluntad y la misma determinación. Pero enfrente, en los escudos de mis enemigos, estaban pintados Deimos y Fobos ( los Hijos de Ares y Afrodita, Terror y Temor) y algo extraño ha sucedido en esa voluntad y determinación. Las cosas que hago habitualmente y que entrañan riesgos, toma de decisiones, inseguridades etc.  me han bloqueado. La inseguridad de que salga algo mal, el temor a una decisión errónea, el riesgo de la equivocación...no sé exactamente el que. Los seres humanos tenemos tendencia a tener metas etéreas; la felicidad, la realización personal, la autoestima, el éxito... que sólo están en nuestras creencias, pero de la misma forma etérea nos vigilan las interrogaciones del; ¿Qué pasará?, ¿Saldrá bien?,¿Y si me equivoco?,¿Y si me pillan?, ¿Y si no salgo de esta?...

  
  Finalmente,  he logrado levantarme de nuevo, he comido unos buenos filetes sanguinolientos, he descansado, y la meteorología "me la pela". 

   Finalmente Ares, sus vástagos y sus eternas ansias insatisfechas de que reine la destrucción y salga todo mal han perdido una vez más ,como siempre, y han acabado maltrechos y humillados.

  No hay que desfallecer y dejarse dominar por Deimos y Fobos, somos nosotros los únicos que determinamos el éxito de la batalla, en nuestra cabeza.

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