domingo, 17 de abril de 2011

Me levanto o me quedo un ratito más.








   La primera decisión importante del día que tomo, es la de levantarme o la de quedarme un ratito más en la cama tan agustito y calentito entre mis sábanas. Sin duda que me levantaré tarde o temprano ( nunca mejor dicho). Es mi actitud ante ese crítico momento la que determinará la consecución del día. O me levanto " con un par" y me pongo el mundo por montera o me quedo en mi zona de confort  y lo procrastino para dentro de 15 minutitos... como mucho.

   Esta semana he estado contando alguna de mis experiencias en La Salle . La edad de los chicos con los que he compartido dos mañanas es la de tomar la decisión de quedarse un ratito más entre las sábanas y la zona de confort de su familia, la comodidad de su casa, de su instituto, la de sus colegas, sus incipientes escarceos amorosos.... O la de tomar las riendas de su destino. No me cabe duda de que es cuestión de tiempo el que se levantarán y demostrarán todo su potencial, sólo lo pueden retrasar un poco nada más.

  Tres personas de las que allí estaban; Carlos, Arancha y Ana no sólo habían despertado ya, sino que llevaban avanzada la mañana. Mientras a otros sus madres les estaban convenciendo de que debían levantarse. Estas tres personas demostraron que lo más importante en la vida y el verdadero éxito de esta es ser uno mismo y vencer a tus miedos, superar tus creencias limitantes, levantarte cada vez que has caído, aceptar lo que se es y con ello vivir la mejor vida posible.

     Todos estos chicos tienen un handicap añadido en la vida. Ellos deben enfrentarse al reto psicológico de aceptar el fracaso que se les ha grabado a fuego si no consiguen ser lo que  supone el éxito en la actualidad  (ser deportista de élite, estrella de TV, cantante de rock, funcionario, universitario con máster del Universo,  rico, guapo, delgado, alto ....)   y como contrapunto lo que de verdad van a ser en su vida. Desde luego que dan ganas de quedarse un ratito más en la cama.

1) La juventud actual ama el lujo, es maliciosa, es malcriada, se burla de la autoridad y no tiene ningún respeto por los mayores. Nuestros muchachos de hoy son unos tiranos, que no se levantan cuando un anciano entra a alguna parte, que responden con altanería a sus padres y se complacen en ser gentes de mala fe…
2) Ya no me queda ninguna esperanza respecto al futuro de mi patria si la juventud de hoy toma el poder mañana mismo. Porque esa juventud es terrible, insoportable y sin principios…
3) Esta juventud actual está podrida hasta el fondo de su corazón. Los jóvenes de hoy son unos perezosos, unos malhechores que jamás serán como la juventud en otros tiempos. La juventud actual no será capaz de asegurar el mantenimiento de nuestra cultura…
4) Vivimos en una época de decadencia. Los jóvenes ya no respetan a sus padres. Son groseros e impacientes. Frecuentan las tabernas y no saben dominarse.


No he vivido otras épocas, pero estoy convencido que la crítica a los jóvenes ha sido siempre la misma. Las frases arriba mencionadas las podría haber dicho cualquier adulto en el autobús, pero os desvelo el secreto: 1) Sócrates, siglo IV a. de C.    2) Éxodo, siglo VIII a. de C.,    3) Inscripción en una tablilla de Babilonia, del segundo milenio a. de C.,    4) Encontrado en una tumba egipcia, 40 siglos a. de C. 

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